La calidad del Agua

Los criterios utilizados para evaluar las aguas del río Paraná surgen de relacionar los parámetros de calidad con los diferentes usos y objetivos a lograr para su aprovechamiento (preservación de la vida acuática. como fuente de abastecimiento de agua potable para uso recreativo en agricultura en navegación, etc.); para luego comparar los datos de los parámetros medidos espacio temporalmente, con los estándares de calidad fijados por las normas.

En este contexto se analizan los parámetros de calidad más significativos, medidos en el tramo medio del río Paraná y sus afluentes.

GIMEN HIDROLÓGICO Los derrames del río Paraná en territorio argentino (Paoli C. et al.) dependen casi en forma exclusiva de los aportes que se producen aguas arriba fuera del territorio nacional. El denominado río Paraná Medio, corresponde a unos 750 km de recorrido de norte a sur a partir de la confluencia de los ríos Paraná y Paraguay hasta Rosario. A la altura de la ciudad de Corrientes el caudal medio erógado es de 17.000 m3/s. resultante de la suma del caudal propio del Paraná superior (12.400 m3/s. en Posadas) y del río Paraguay (3.800 m3/s. en Puerto Bermejo). Se han observado modificaciones en el régimen de escurrimiento del río Paraná y en la calidad de sus aguas identificando impactos ambientales, cuyas causas son atribuidas por Tucci, C. (1997) a los principales emprendimientos desarrollados en la cuenca entre 1960 y 1990, tales como el desarrollo de represas con la finalidad de producir energía, las deforestaciones en la cuenca desde 1950, la práctica de la agricultura intensiva a partir de 1970, los desarrollos urbanos e industriales y la navegación.

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RÉGIMEN HIDROQUÍMICO

El régimen hidroquímico del cauce principal, así como de los ambientes lóticos (sucesión de cuencas menores que desaguan en forma unidireccional en el río), se encuentra comprendido dentro de los límites establecidos por las normas internacionales sobre calidad de aguas y es favorable para el desarrollo tanto de peces como de otros hidrobiontes; las excepciones son la turbiedad y el color que exceden los límites normados. El régimen de los ambientes lénticos (cuencas en torno al cuerpo de agua con movimiento de agua vertical u horizontal) es variado, lo que se explica por una serie de factores, tales como la distancia de los mismos al cauce principal, la naturaleza de la comunicación con el río, particularidades morfológicas y el grado de cobertura con vegetación acuática.

El caudal del cauce principal y de las lagunas vinculadas, en general, posee el tipo de aguas bicarbonatadas con composición catiónica sódica cálcica magnésica, con un contenido relativamente alto de sílice disuelta y de hierro; el PH varía normalmente en el rango de 6,5 a 8,5 (casi neutro a ligeramente alcalino). La turbiedad es muy alta sobre todo duran- te el período de crecidas, cuando el agua adquiere un color marrón y en la superficie un color rojizo, debido a los sólidos suspendidos aportados por los afluentes, particularmente por el río Bermejo que desagua al Paraná a través del rio Paraguay.

EL DESARROLLO DE LA VIDA ACUÁTICA

El contenido de sustancias biógenas y de materia orgánicas (alimento de las algas y plantas superiores) es alto y varia de acuerdo con la temperatura, alcanzan- do valores máximos durante el invierno. Estas condiciones favorecen el desarrollo de fitoplancton, zooplancton y de las macrófitas acuáticas.

La concentración de oxígeno disuelto del cauce principal (esencial para la vida de los peces) es favorable, presentando normalmente valores no inferiores al 75 % de saturación, y varía de acuerdo con la temperatura y con la profundidad; aun cuando se suelen encontrar algunas lagunas y cursos de agua con régimen desfavorable.

Al respecto, el río Paraná, cuando crece, diferencia meandros que después se cortan, creando en su periferia un cortejo de lagunas a distintas alturas, que son inundadas con diferente periodicidad, modificándose con ello la calidad de sus aguas; en ese ámbito, se produce una colonización muy variada que contribuye a la gran riqueza de especies que lo habitan.

Los meandros alcanzan gran desarrollo al norte de la ciudad de Santa Fe, sobre la margen derecha del río, esta llanura es recorrida por los ríos Colastiné y San Javier, presentando sus meandros radios de curvatura comprendidos entre 3 y 6 km, sobresaliendo por su desarrollo los del río Colastiné, donde el ancho de la faja de meandros alcanza los 12 km, mientras que los del río San Javier alcanzan los 6 km como máximo, esta zona es de enorme riqueza ictícola.

VARIACIONES POR CRECIDAS EXCEPCIONALES

Durante la crecida excepcional de 1983, que afectó un área de aproximadamente 8.000 km2 en la cuenca entre las transectas Reconquista-Goya y Santa Fe-Paraná, se erogaron caudales totales mayores a 50.000 m3/s, cerca de tres veces el caudal medio del río y más del doble de las crecientes comunes (20.000 a 22.000 ms/s) dejando bajo agua alrededor de 10 millones de toneladas de masa arbórea y 6 millones de toneladas de fitomasa graminoide, cantidades expresadas en peso seco (Poddubny y col., 1984).

Aprovechando esta excepcional crecida del río Paraná, con un grupo de investigación de la Facultad de Ingeniería Química de la UNL, del que formara parte, apoyado por la entonces Gerencia de Proyecto Paraná Medio de Agua y Energía Eléctrica SE, la Secyt y el Conicet, realizamos entre los meses de Abril y agosto de 2003 un monitoreo de los parámetros fisicoquímicos, relacionados con la calidad del agua de la región, en el entendimiento que las áreas afectadas por la inundación, serían similares a las del proyectado embalse destinado a producir energía. Se monitorearon los siguientes parámetros de calidad de agua: temperatura, conductividad, pH, turbiedad, concentraciones de oxígeno disuelto, orto fosfato  soluble, amonio, nitritos y nitratos; oxidabilidad al permanganato de potasio en muestras extrañadas a distintas profundidades.

Los datos fueron utilizados para validar un modelo matemático predictivo de calidad de agua, ensayado por el grupo (Hammerly y col. 1982) para predecir los impactos ambientales de la proyectada obra. El monitoreo se realizo sobre muestras extrañadas a 1 metro de profundidad en sitios preseleccionados de 14 transectas, partiendo de la costa santafesina, con navegación en línea recta hasta la costa entrerriana y midiendo las profundidades del lecho con un equipo de ecosonda, en un espejo de agua continuo de aproximadamente 30 km de ancho entre ambas  márgenes.

Con este estudio, se pudo constatar que  la vegetación y suelos que quedaron sumergidos, provocaron un fuerte incremento en la concentración de las sustancias orgánicas disueltas, impactando en la calidad de las aguas, los valores verificados de oxígeno disuelto y PH durante los meses de Abril y Mayo (picos de la inundación) fueron excepcionalmente bajos (midiéndose en el cauce principal índices medios de oxígeno disuelto de 55 % de saturación y PH = 5,0), mientras que los valores medidos durante la bajante del último ciclo de crecidas en el mes de agosto, mostraron la rápida recuperación del sistema, el porcentaje de saturación de oxígeno disuelto estuvo por encima del 80 %, aproximándose el pH a 7. La conductividad y la turbiedad no presentaron mayores variantes durante ambos periodos.

Durante los picos de crecidas, la fauna ictícola emigró la región del Paraná medio buscando zonas donde la calidad del agua fuera las favorable para la vida (no se pudieron detectar cardúmenes de peces con el ecosonda).

PARA FUENTE DE ABASTECIMIENTO PÚBLICO

Comparando los indicadores de los parámetros de calidad de agua, relevados durante el año 2001 por el Concesionario, en la toma de agua cruda del río Paraná ubicada frente a la ciudad de Rosario (Tabla 1) y de la mezcla de agua cruda captada del río Colastiné-Riacho Santa Fe con los valores normados para las fuentes de agua superficial de abastecimiento público, puede inferirse que resultan aptos respecto de los valores medios, aún cuando se registraron picos de contaminación por bacterias colifecales en las tomas de agua. Los datos del año 2001 fueron selecciona- dos por ser representativos de los regímenes hidrológico e hidroquímico normales del río.

PARA USO RECREATIVO

La concentración de las poblaciones bacterianas del valle aluvial del Río Paraná determinan la calidad bacteriológica de sus aguas; las fluctuaciones de las poblaciones de bacterias estuvieron siempre asociadas a parámetros ambientales, pero en mayor grado se deben a los sólidos en suspensión presentes, como consecuencia del lavado pluvial de los suelos.

Las bacterias en los ríos son de origen terrestre y las aguas su medio de transporte. Por ello, luego de producirse precipitaciones pluviales en la cuenca, se incrementa notoriamente el número de bacterias en las aguas de los balnearios como La Florida, en Rosario, o Guadalupe, en Santa Fe, llegando a prohibirse el ingreso de los bañistas a sus aguas. Estos casos se ven agravados por el vuelco de desagües  pluviales de los asentamientos poblacionales que desaguan en la cuenca, que elevan los niveles de contaminación, superando largamente los niveles bacteriológicos aceptados por las normas internacionales para aguas de baño.

CALIDAD DE AGUA PARA USO AGRÍCOLA

Las aguas del sistema hídrico Paraná Medio son óptimas para ser utilizadas entre otros usos, en el riego de los cultivos de arroz.

Los sistemas de riego más utilizados son: de flujo continuo, que tiene el inconveniente del vuelco de plaguicidas a los cursos de agua; de recuperación del agua por recirculación, que tiene la ventaja de evitar el vuelco de plaguicidas a los canales de desagüe; de riego estático, que mantiene las aguas con residuos de plaguicidas fuera de los canales de desagüe, y de riego mediante recuperación del agua, donde las aguas recuperadas se desplazan por gravedad a través de tuberías evitando el vuelco de plaguicidas. A los canales.

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PARÁMETROS A MONITOREAR PARA:

  1. a) Preservar la vida acuática:

Entre otros, se deben controlar:  los sólidos suspendidos y sedimentables, ya que su incremento tiene una influencia negativa en el funcionamiento de las branquias de los peces; además influyen en la penetración de la luz en la masa acuosa, dificultando la fotosíntesis, y tienen una potencial tendencia a absorber cationes, aniones; o compuestos de acción tóxica sobre la fauna ictícola.

* Oxígeno disuelto en las aguas, el que debe tratar de mantenerse por encima de 5 mlg a los efectos de preservar y dinamizar la vida ictícola.

  1. b) Utilizar sus aguas como fuente de agua para abastecimiento público:

La calidad de las aguas del río Paraná y sus afluentes, en especial el río Colastiné, es aceptable para ser utilizada como fuente de agua cruda, esta conclusión surge de cotejar sus parámetros con los estándares de calidad de agua, establecidos por las normas inter- nacionales para abastecimiento público. Por lo tanto, todos los esfuerzos deberán concentrarse en evitar la degradación de las aguas del sistema hídrico, obligando al tratamiento de los efluentes  industriales y cloacales previo a su vuelco aja cuenca del río Paraná, a fin de preservar la economía de los tratamientos de potabilización que se utilizan actualmente (coagulación, sedimentación, filtración y desinfección) y mantener la seguridad operacional del tratamiento elegido.

  1. c) Uso recreativo:

Cuando el uso recreativo de las aguas es para natación o baño, ante la posibilidad de ingestión accidental de agua, deberán controlarse los niveles de microorganismos patógenos en las aguas, a través del monitoreo de los indicadores coliformes totales y fecales, los que deberán permanecer por debajo de los límites establecidos por la autoridad sanitaria local.

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