La fauna del Parque Nacional Islas de Santa Fe cuenta con especies características del tramo medio del Paraná. Con esta segunda entrega, se completa un grupo de diez de ellas que por aire, agua y tierra y que por entre las tres pueblan el área protegida de 2.900 hectáreas. El recorte ha sido obra del autor. Al repasar sus textos se podrá advertir que la riqueza de la fauna de las islas lo ha puesto frente a una tarea selectiva, que aquí no se advierte pero no habrá sido menor. El colaborador de la Fundación Hábitat& Desarrollo se ha debido enfocar en unos pocos peces, anfibios, mamíferos, reptiles y aves para ajustarse a los límites de este suplemento. Y habrá debido dejar de lado a muchos otros más: seguramente no le habrá resultado fácil. Más si se piensa que al hablar de cada especie ha sido tan puntilloso, exacto, para describir pelos, cueros, plumas o escamas, como notablemente gráfico al hablar de los comportamientos de cada miembro de este decálogo faunístico. Debe decirse que, por momentos, las observaciones científicas se convierten en otras más entrañables, como ocurre -por ejemplo con las onomatopeyas presentadas como citas textuales, entre comillas, para describir el canto de los pájaros litoraleños. Debe decirse que, por momentos, las observaciones científicas se convierten en otras más entrañables, como ocurre por ejemplo con las onomatopeyas presentadas como citas textuales, entre comillas, para describir el canto de los pájaros litoraleños.
- Curutié colorado. Se distribuye por América del Sur, sobre todo en Colombia, Venezuela, Guayanas, Brasil, Bolivia, Paraguay, Uruguay y Argentina. Aquí, en Jujuy, .
Salta, Formosa, Misiones, Chaco, Corrientes, Entre Ríos, Santa Fe y Buenos Aires.
- El Yacaré overo. Se encuentra en el sureste sudamericano: en parte de Brasil, Paraguay, Uruguay, y en Argentina, donde se lo ha visto en Misiones, Formosa, Corrientes, Chaco, Santa Fe, Entre Ríos, Salta, Jujuy y Santiago del Estero.
De tamaño mediano, ronda los 13 cm. Lo identifica su repetitivo canto: «ti … ti … ti .. !’ que enuncia en una especie de veloz gorgojeo.
Hábitos de vida: Aunque inquieta, se trata de un ave confiada. Nos permite acercarnos a escasos metros de ella para poder observar el agradable aspecto que le confiere su fácilmente identificable «babero» amarillo. Sus ambientes preferidos son los juncales que se desarrollan en zonas de bañados y lagunas de escasa profundidad. También, es posible localizarla sobre arbustos y enredaderas. Pero, sin excepción, debe haber un cuerpo de aguas quietas en la cercanía (lagunas, bañados, esteras, etc.). Como muchos integrantes de su grupo, construye con ramitas sus nidos, de forma globosa, ubicando una alargada entrada hacia: arriba. La hembra deposita 4 huevos de color verdoso claro o pálido. Se trata de una especie principalmente insectívora, Igualmente, no pierde oportunidad de ingerir pequeñas semillas.
Conservación y amenazas: No parece presentar problemas para su conservación, debido a que se le atribuye una importante área de distribución. De los países donde se hace referencia a su presencia, sólo parecería ser poco frecuente en Uruguay.
EL YACARÉ OVERO
(Caiman latirostris). Otros nombres: yacaré ñata, yacaré de hocico ancho, yacaré de hocico corto, yacaré gris o colorado, yaca- ré pitá (guaraní), caimán. Este prehistórico reptil se caracteriza por su hocico ancho y corto, y de borde redondeado, lo que permite diferenciarlo de su pariente, el yacaré negro. Llega a medir algo más de 220 cm y pesar unos 55 kg. Los machos suelen alcanzar unas pocas decenas de centímetros más que las hembras. Gran parte del largo corresponde a su cola, la que no sólo le sirve para propulsarse en el agua, sino también como arma de defensa fuera de ella. Su gran boca, con poderosas mandíbulas, presenta gran cantidad de filosos dientes, los cuales pueden ser reemplazados en caso de pérdidas. A la función propulsara y de «timón» que cumple la cola en el agua, se le suman las patas traseras, que presentan, a diferencia de las delanteras, membranas interdigitales. Sus ojos, oídos y fosas nasales, ubicados en la parte superior de la cabeza, le permiten mantenerse casi completamente sumergido en el agua, pasando totalmente por desapercibido para sus presas.
Hábitos de vida: La dieta del yacaré overo es bastante amplia; caracoles, cangrejos, anfibios, peces e, incluso, tortugas de agua. No pierde oportunidad de consumir mamíferos y aves, cuando le es posible, hasta animales muertos, como ganado vacuno. Los huevos del yacaré son codiciados por mamíferos, como el aguara popé u osito lavador, las comadrejas, el hurón, el zorro de monte, etc.; reptiles, como el lagarto overo y algunas culebras; y diversas aves. Los «pichones» o juveniles suelen ser presa de algunas especies de garza y otras aves. Al parecer, los únicos que se atreven con los adultos son el yaguareté y el humano. Su actividad se relaciona, preferentemente, con la noche. De día suele vérselo alternando asoleamientos fuera del agua con baños de inmersión. Al momento de reproducirse, la hembra construye un nido en forma de montículo utilizando restos vegetales y tierra. Estos nidos llegan a tener hasta 160 cm de alto. En el centro del mismo, realiza una excavación y coloca una gran cantidad de huevos, para luego taparlos con los mismos materiales. La hembra lo cuida celosamente de los predadores por dos largos meses de incubación.
Conservación y amenazas: Es considerado en la actualidad como una especie en peligro. Las persecuciones sufridas, desde siempre, han llegado a ponerlo en «jaque».Las principales amenazas que sufre la especie son la cacería desmedida para utilización de su cuero y carne, o simplemente como «deporte» o trofeo de cacería; también les ganaderos lo infiltran para cuidar sus animales.
LA GARCITA AZULADA (Butorides striatus). Otros nombres: garcita estriada, garcita, hocó. Se trata de una garza de peque- ño tamaño, aproximadamente unos 35 cm. Se caracteriza por la presencia de una especie de corona y una cresta que se extienden hasta la zona de la nuca y poseen coloración negruzca. Las tonalidades grisáceas-azuladas que acompañan su rostro y el dorso de su cuerpo le otorgan especial belleza. Mientras que su pecho, hasta la zona ventral, se conforma por estrías color crema que se acompañan de una coloración rufa-acanelada, otorgando un maravilloso contraste. Sus patas, no muy largas, presentan una coloración amarillenta. Su presencia, cuando no es posible observarla, se delata por un característico grito corto, ronco y muy fuerte (cuya onomatopeya recuerda un «kióu … «). No existen diferencias morfológicas entre los machos y las hembras.
Hábitos de vida: Al igual que el resto de sus parientes, habita de manera exclusiva en ambientes con cuerpos de agua. Suele vérsela posada sobre la vegetación acuática, esperando pacientemente la aparición de pequeños peces, anfibios y reptiles, que captura con su pico en forma de lanza (acechando con increíble velocidad). También, consume crustáceos, moluscos y algún que otro insecto, cuando tiene oportunidad. Suele ubicarse sobre ramas, en las copas de los arboles, que habitualmente utiliza corno dormideros, junto a lagunas, bañados, arroyos o ríos. Por lo común, se la ve solitaria.
Garza azulada. Habita al sur de Ámerica Central y en prácticamente toda sudamérica. En nuestro país, la encontramos por todo el norte y el centro-norte, excepto en la zona precordillerana. Esto se debe a que, al contrario que muchas de las demás especies ae garzas, no conforma colonias. De todas maneras, suele vérselas en pareja, principalmente durante los periodos reproductivos. Durante la reproducción, la hembra coloca unos cuatro huevos color azul-verdosos en un nido construido sobre árboles o sobre vegetación palustre, como juncales. Tiene forma de plato,elaborado con palitos, juncos y otros restos vegetales. En los meses fríos, las poblaciones suelen trasladarse hacia el norte.
Conservación y amenazas: Debido a la amplia distribución que presenta la especie,se considera que su situación de conservación no es preocupante. Igualmente, y al igual quemuchas otras especies de garzas,la garcita azulada es blanco destacado de cazadores, principalmente por la belleza que presenta.
ELDORADO
(Salminus brasiliensis). Otros nombres: Mona, manita (juvenil), pirayú (guararu’).Es de fácil identificación debido a su coloración amarillo dorado, sus aletas naranjas terminadas en rojo carmín y una ‘aleta caudal («cola») con una franja negra en la zona media y pintada de naranja a sus lados. En promedio, los adultos llegan a medir unos 110 a 120 cm, con un peso que ronda los 12 a15 kg, aun-que existen registros de ejempla-res que han llegado a medir algo más de 150 cm y pesar 25 kg. Presenta un cuerpo recubierto de escamas y robusto. Su silueta hidrodinámica, sumada a su fuerte musculatura, le permiten al dorado obtener gran velocidad en la natación cuando se decide acechar una presa. Incluso, es común observarlo dando saltos acrobáticos en el aire cuando se encuentra de cacería. Su boca es grande, lo que le permite capturar presas relativamente grandes en comparacióna su tamaño. A su vez, presenta dos hileras de dientes: una externa, con dientes de gran tamaño; y una interna, con dientes de menor tamaño.Se reproduce a través de huevos (especie ovípara).
Hábitos de vida: Carnívoro, consume numerosas especies de peces de menor porte. El sábalo parece ser su presa predilecta, por lo que es habitual hallarlo persiguiendo esos cardúmenes. También consume bogas, bagres, mojarras y una larga lista de otros peces. Igualmente, no pierdeoportunidad de capturar especies de otros grupos animales como
roedores, anfibios, etc. Los ejemplares adultos prefieren desenvolverse en aguas correntosas, el media agua o incluso en superficie. En tanto, los ejemplares más jóvenes prefieren aguas poco correntosas y suelen frecuentar fondos barrosos. Anualmente, realizan importantes migraciones aguas arriba.Científicos han llegado a determinar recorridos de hasta 1.500 km de distancia Esta actividad, que se realiza durante la primavera, tiene por objetivo la reproducción. En ella, las hembras maduras desovan en aguas, correntosas, mientras que los machos (también maduros) se encargan de fecundar los, huevos liberados por las hembras.Las larvas eclosionan en pocas horas, y presentan un órgano que les permite adherirse a sustratos flotantes para evitar ser arrastrados por las fuertes corrientes.
Conservación y amenazas: No es sencillo evaluar el estado de conservación en los peces, principalmente debido a las dificultades que presenta estudiar a los mismos. Igualmente, son muchas las amenazas que acosan al dorado, entre las que se destacan las construcciones de presas hidroeléctricas, las cuales podrían constituir un obstáculo en las migraciones re productivas; la sobreexplotación de la pesca y el incumplimiento de las vedas pesqueras y tallas mínimas extraíbles, Santa Fe lo ha sido declarado «Pez Turístico Provincial» mediante la Ley Provincial 2.722, que prohíbe la pesca comercial, acopio, venta, tenencia y tránsito en todo el territorio provincial. Sí, se permite la pesca deportiva, con devolución obligatoria.
EL SURUBí PINTADO (Pseudoplatystoma corruscansy)
Otros nombres: su rubí, pintado,rollizo, mangrullo, surubí manchado, cachorro (juveniles). Se trata del segundo pez de agua dulce más grande de la Argentina (el mayor es el manguruyú). Llega a medir unos impresionantes 200 cmde largo total, con pesos históricos que rondan, los 80 kg. Se caracteriza por su enorme cabeza, la cual representa una tercera parte del largo total del animal. El tamaño de su boca también es muy característico, alcanzando el mismo ancho que su cabeza, permitiéndole la captura de grandes presas. Su silueta recuerda a un cilindro, de allí el apodo de «rollizo». Forma parte del grupo de los bagres. Por tanto, su cuerpo no se compone de escamas, sino que se encuentra recubierto por cuero. También, al igual que en los demás integrantes de su grupo, llaman la atención los famosos «bigotes», en realidad llamadas barbillas y que tienen función táctil y gustativa (aunque en grandes depredadores como el surubí, esas funciones se encuentran poco desarrolladas). Se distíngue de su pariente, el surubí atigrado, porque éste último presenta manchas corporales en forma de bandas (similar a un tigre, de allí su nombre) y alcanza tallas más pequeñas. Mientras que el surubí pintado presenta un cuerpo moteado (o con «pintas»).
Hábitos de vida: Es considerado «predador tope» en el ecosistema del que forma parte, por lo que se ubica en la sima de las cadenastróficas. Se trata de un carnívoro nato, fundamentalmente piscívoro (alimentación basada en peces), aunque no pierde oportunidad de capturar anfibios y reptiles que merodean por el agua. Se conoce su preferencia por ambientes de aguas abiertas y de gran profundidad, pero de noche suele incursionar en ambientes poco profundos, como lagunas, donde busca alimentarse de sábalos, mojarras, pequeñas bogas, pequeños bagres y anguilas, entre otros. Durante la época reproductiva, coincidente con la primavera, realiza largas migraciones aguas arriba en busca de ambientes propicios para desovar (preferentemente, cuerpos de agua de poca profundidad y buena corriente). Más adelante, aproximadamente por el mes de marzo, se produce la conocida «arribada» o el regreso de individuos migradores (recorrido en sentido contrario al de la migración reproductiva).
Conservación y amenazas: Si bien no es sencillo referir al estado de conservación de los peces, puede decirse que el surubí pintado ha sufrido un importante retroceso en ras últimas décadas. Los enormes ejemplares que se capturaban tiempos atrás, ya no
son habituales en estos tiempos. Hoy, resulta sorpresiva la aparición de ejemplares que rondan los 40 kg. Entre las amenazas más serias que lo acosan, se ericuentran la instalación de presas hidroeléctricas, que al parecer se interpondrían en las rutas migratorias de la especie; la intensiva explotación pesquera para su comercíalizacíón, y la disminución de la calidad de los ambientes acuáticos, así como también la gran disminución de sus presas, como el sábalo.
DE NUTRIAS. HEROICOS ‘CRONISTAS Y CONFUSIONES
Dice Martín Caparrós en el prólogo de »La Argentina crónica» que »América se hizo por sus crónicas: América se llenó de nombres y de conceptos y de ideas a partir de esas crónicas de Indias, de los relatos que sus primeros viajeros, más o menos letrados, hicieron sobre ella. Aquellas crónicas eran un intento heroico de adaptación de lo que’ no se sabía a lo que sí: un cronista de Indias un conquistador ve una fruta que no había visto nunca y dice
que es como las manzanas de Castilla, sólo que es ovalada y su piel es peluda y su carne violeta. Nada, por supuesto, que se parezca a una manzana, pero ningún relato de lo desconocido funciona si no parte de lo que ya conoce».
«Así escribieron América los primeros: narraciones que partían de lo que esperaban encontrar y chocaban con 10 que se encontraban. Lo mismo que nos sucede cada vez que vamos a un lugar, a una historia, a tratar de contarlos. Ese choque, esa extrañeza, sigue siendo la base de una crónica», apunta Caparrós. De las manzanas de la selva y de los esfuerzos de los europeos llegados aquí para nombrar lo desconocido deviene una confusión notable: la de las nutrias. Los primeros españoles que llegaron a nuestro continente lograron establecer, aún hasta nuestros días, una importante discordia en cuanto al nombre vulgar de la especie. Llamaron «nutria» a nuestro coipo (Myocastor coypus) y denominaron «lobito de río» a nuestra verdadera nutria (Lontra longi-caudis), nombres que hasta el día de hoy se utilizan de forma generalizada. Su piel, considerada de muy buena calidad, ha sido utilizada desde siempre por las comunidades aborígenesprimero y los españoles y criollos, luego. En la actualidad, los habitantes de las islas del Litoral, los isleros, continúan capturando ejemplares para poder comercializar su piel, o utilizarla ellos mismos. Mientras, el diccionario de la Real Academia Española sigue sin reconocer la existencia de la palabra «islero», prefiere «isleño».